jueves, 6 de diciembre de 2012

Podemos acabar con el hambre


"Lo consiguieron porque no sabían que era imposible” dijo el novelista Jean Cocteau a principios del siglo XX. Aproximadamente cien años después, en el año 2000, los países marcaban los Objetivos del Milenio que pretendían reducir la pobreza. Altamente vinculada a la paupérrima situación de muchos pueblos del mundo, se encuentra su estado de inseguridad alimentaria.

Para acabar con este mal mundial, los países reunidos establecieron que el número uno de los objetivos contemplara la meta: “Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas que padecen hambre” problema estancado en muchos de los países periféricos.
   
“Somos la primera generación capaz de erradicar la pobreza”. Con este lema que hace varias décadas proclamo J.F. Kennedy, nos convencieron. La entrada al siglo XXI estaba acompañada de esperanza. Depositamos nuestras expectativas en los ocho ODM y supusimos que con ello la pobreza y el hambre acabarían siendo las grandes epidemias extintas de la faz de la tierra. Sin embargo las hambrunas se multiplican como fruto de diferentes factores. Cambio climático, especulación con alimentos, acaparamiento de tierras, falta de Ayuda Oficial al Desarrollo, la inequidad de la mujer frente al hombre o anticuadas y jerárquicas políticas agrarias son algunas de las causas que según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación someten a través del hambre a más de 870 millones de personas.

Un estudio de Action Aid y de Ayuda en Acción publicado en el año 2010, muestra que el problema del hambre supone cada año a los países periféricos más de 350.000 millones de euros. Esta cifra es diez veces mayor que la necesaria para acabar cumplir la meta del hambre del objetivo número uno. Si invirtiéramos de manera sostenible dicha cuantía, aportándola a un mundo que no priorice los mercados de alimentos frente a las personas, el ser humano podría eliminar este mal mundial que nos amenaza crecientemente.

El desarrollo de los acontecimientos muestra que 2015 contemplará una cita internacional relacionada con la pobreza donde se hable del desastre de los ODM. El pan africanista Mbuyi Kabumda recalca que muy pocos países de África saldrán de la pobreza y eliminarán la inseguridad alimentaria de sus ciudadanos. Denuncia que las antiguas colonias francesas como Níger o Mali, países afectados por las hambrunas periódicas vividas en el Sahel, serán los peor parados.

Desde ADRA no contemplamos la idea de lo imposible, y como tal, tarde o temprano, entre todos acabaremos con la pobreza, Solo necesitamos aportar lucha, color y esperanza a favor de aquellos que ven violados sus derechos. 

Diego Maldonado
ADRA España